ANTE LA IMPOSIBILIDAD DE PAGO DE TIMBRE FISCAL EL MISMO DÍA DEL CONTRATO
Agradecemos al Lic. Casimiro Vargas, socio fundador de la empresa E&T Escrow & Trust Solutions S. R. L, este interesante artículo que comparte con nosotros sobre un problema que muchos abogados y notarios están enfrentando al momento de cancelar las especies fiscales en los contratos que suscriben sus clientes. Don Casimiro nos recuerda una solución que el propio Código Fiscal prevé. Invitamos a todos los colegas a opinar sobre esta alternativa.
———————————–
«Todos hemos vivido el problema de tener que correr a pagar el timbre fiscal el mismo día en que se otorga el acto o contrato privado. Debido a que ya no se venden los timbres fiscales tipo sello o estampilla (pues no hay disponibilidad de ellos), debemos pagarlo en ventanilla del Banco y se nos complica bastante coordinar el pago para el mismo día de otorgamiento. Muchas veces otorgamos el documento cuando el Banco ya ha cerrado o está por cerrar.
Recordemos que lo grave del tema es que acto o contrato que no haya pagado el timbre fiscal en el momento en que correspondía, no podrá ser utilizado en juicio, ni en oficinas públicas mientras no se pague una multa equivalente a diez veces el monto que debió pagarse en el momento oportuno. Esta multa muchas veces crece a montos exorbitantes.
Pues bien, resulta que el Código Fiscal, en su artículo 282, tiene una solución para ello que tal vez no habíamos visto.
Primeramente, recordemos que la obligación del pago del timbre fiscal el mismo día del acto o contrato (y su correspondiente cancelación mediante firma de partes) se refiere a actos o contratos no inscribibles en el Registro, pues los que son inscribibles se rigen por la normativa del Registro, la cual es diferente.
ENTREMOS EN MATERIA:
Hoy en día ya no existe disponibilidad de Timbre Fiscal bajo el sistema de sellos o estampillas, pues mediante Decreto No. 39529-H, el Poder Ejecutivo dispuso que ya no se emitirán más debido a su alto costo y por existir un medio bancario para su pago.
Conforme a los principios de jerarquía de las normas, debemos tener claro que ese Decreto, por ser norma inferior, no deroga ni modifica el Código Fiscal (que es ley, sea, norma superior). Lo único que hace el decreto (independientemente de que lo consideremos constitucional o no), fue disponer que no se emitirían más estampillas de timbre fiscal.
Así pues, aunque el Código Fiscal no exige la existencia de un decreto como tal para dar fe de la no existencia de los sellos fiscales, si podemos utilizar el decreto como un medio más para asegurar que no existe disponibilidad de sellos o timbres fiscales en el lugar en que estemos otorgando el acto o contrato. Es decir, el decreto por sí mismo reforzaría cualquier manifestación nuestra en el sentido de que no existen timbres a la venta.
Entonces, podríamos con más confianza manifestar la no existencia de esos sellos o estampillas que llamamos “Timbre Fiscal” y proceder conforme lo dispone el Código Fiscal en el siguiente artículo:
“Artículo 282.- Cuando en el lugar en que se extienda o expida alguno de los documentos sujetos al impuesto, no haya de venta el timbre o timbres que se necesiten, se advertirá así en el documento prometiéndose adherir el timbre correspondiente dentro del término del mes siguiente a la fecha de su otorgamiento o expedición. En tales casos, para que el pago del impuesto se repute válido, es menester que la fijación y cancelación del timbre la haga cualquier notario o autoridad pública, dentro del término dicho y poniendo razón fechada del cobro del impuesto.”
No consideramos válida la afirmación de que la norma anterior no es de aplicación por cuanto el indicado Decreto dispuso que ahora los timbres se pagarán sólo mediante entero bancario por los siguientes motivos:
- El citado decreto nunca dijo, ni pretendió que los timbres sólo se podrían pagar por entero bancario. Aún hoy en día, si tenemos algunos sellos o timbres por ahí, podemos utilizarlos y el pago sería totalmente válido. Y si por alguna razón el Poder Ejecutivo imprimiera algunos timbres y los vendiera, los mismos serían válidos aún sin haberse derogado ese decreto. Es decir, los sellos o timbres fiscales siguen siendo aún hoy una forma válida de pago de ese impuesto. Si tenemos unos timbres por ahí y los conservamos diez años más, podríamos utilizarlos en ese tiempo para pagar el impuesto (por supuesto, sino ha habido más cambios en la legislación). Así que en ningún momento se dispuso que el único medio de pago ahora sería por entero bancario.
- El Decreto, como norma inferior que es, no puede ni tampoco pretendió en modo alguno derogar o modificar el Código Fiscal. Sólo dispuso que ya no se emitirían mas sellos o timbres fiscales. Así pues, el citado artículo 282 continúa plenamente vigente.
- Al tiempo en que el legislador promulgó ese artículo 282 del Código Fiscal, también era posible pagar los timbres mediante entero bancario. Así que si la intención del legislador era dar la solución anterior sólo cuando no se pudiera pagar el timbre por ningún medio, habría dicho algo así como: «cuando en el lugar en que se extienda no haya en venta el timbre fiscal y no hubiere banco donde pagarlo.» Pero es claro que el legislador no incluyó nada semejante a ésta última parte (sea, «y no hubiere banco donde pagarlo.»). El legislador estaba consciente ya desde entonces que pagar el timbre por medio de entero bancario podía resultar a veces imposible y por eso proveyó esa solución de incluir la declaración y obtener así un mes extra para el pago del timbre fiscal. Así que, si hoy ya no existe en timbre fiscal en sellos o estampillas (y sólo podemos pagarlo por entero bancario), sigue vigente la previsión que en su momento el legislador hizo en esa norma 282.
- No debemos olvidar que en la aplicación de las normas se debe tomar en cuenta el principio de instrumentalidad, así como el principio de que procede la aplicación por analogía cuando exista identidad de razón. (Art. 12 del Código Civil). Es decir, la intención de la norma es que se pague el impuesto y de no sancionar injustamente al contribuyente que está imposibilitado de pagar el impuesto por causas no imputables a él. La norma debe, pues, verse como instrumento para lograr ese cometido. Y si existe identidad de razón en dos casos diferentes, debe aplicarse la misma solución por simple interpretación analógica de la norma. Es decir, la imposibilidad material de pagar el impuesto se puede dar tanto en el caso del pago mediante sellos o estampillas, como en el caso del pago mediante entero bancario. (Identidad de razón). Entonces, en ambas situaciones se debería aplicar la misma solución. Por ello, aún en el hipotético caso de que dijéramos que el indicado decreto modificó o derogó de algún modo la ley, (algo que sabemos no es posible), igual deberíamos aplicar la misma solución al hecho de que el contribuyente no pueda pagar el timbre mediante entero bancario por imposibilidad material no imputable a él. Concluiríamos aún así que el contribuyente sigue conservando la solución que le dio el artículo 282 indicado ante la no posibilidad de pagar el timbre a pesar de su voluntad de hacerlo.
CASO DE ACTOS O CONTRATOS NO INSCRIBIBLES OTORGADOS EN EL EXTRANJERO
En este caso, aplicaríamos la siguiente norma, (de la cual debemos llamar la atención que la misma dispone que se paguen al tipo de cambio del día de pago y no del día del acto o contrato). La norma del Código Fiscal que dice:
“Artículo 280.- Los documentos otorgados en país extranjero, pagarán el impuesto al tiempo de su presentación en la oficina pública en que deban ser exhibidos.
En las estipulaciones en moneda extranjera, el impuesto se pagará convirtiendo aquella moneda a colones al tipo de ley, sin consideración al cambio que rija en la fecha del pago de la contribución de timbre.”
Creemos que esta norma se explica por sí sola y no presenta conflicto alguno con el Decreto antes citado. Así pues, a nuestro juicio es totalmente aplicable hoy.
Si debemos tomar en cuenta que la norma establece que en este caso el timbre se paga con base al tipo de cambio oficial del día de pago, (no del día del acto o contrato) y que dicho día de pago lo es el de la fecha en que el documento se exhiba ante la oficina pública respectiva.
Esto nos produce una situación con la que debemos ser cuidados, pues imaginemos el caso de en se otorga un contrato privado y pasen los meses sin que deba ser exhibido ante una autoridad. Si simplemente los pagamos antes (por un simple deseo de cumplir con nuestras obligaciones tributarias), la autoridad pública en un futuro nos cobraría cualquier diferencia (más multas) debidas a la diferencia entre el tipo de cambio del día de pago y el tipo de cambio del día en que se presenta ante la autoridad pública.
Diríamos entonces que no se debe pagar, sino hasta el día en que se presente ante la autoridad para hacerlo valer, por ejemplo, ante un Juez en proceso judicial. Pero que si pasa mucho tiempo y el tipo de cambio aumenta drásticamente, lo que implica que a ese momento tendríamos que pagar un monto mucho más alto?
Pues a nuestro juicio, nos conviene entonces recurrir a aplicar por analogía la parte final del artículo 282 inicialmente citado, la cual dispone:
“En tales casos, para que el pago del impuesto se repute válido, es menester que la fijación y cancelación del timbre la haga cualquier notario o autoridad pública, dentro del término dicho y poniendo razón fechada del cobro del impuesto”
Es decir, tan pronto lo consideremos conveniente, sería bueno presentar el documento ante Notario Público (u otra autoridad pública) y pagar el timbre fiscal ese mismo día (conforme al tipo de cambio vigente a ese momento), con el objeto de que el Notario ponga la razón respectiva y haga constar el pago del timbre. De este modo, no tendremos que preocuparnos de incrementos futuros en el tipo de cambio.»
CINTHYA ESQUIVEL • 11 febrero, 2020
Se deben pagar o pegar originales conforme cada tanto de contrato que se expida o un sólo pago?